miércoles, 30 de junio de 2010

1° informe de lectura




UNIVERSIDAD DE NAVOJOA
Ciencias de la Educación
Lengua y Literatura Española
Trabajo presentado en cumplimiento de la materia:
Sistemas educativos
Informes de lecturas
Catedrático: julio césar Galindo Pérez.
Alumna: Ana Laura López Angulo.
Fecha: 30 de Junio, 2010

Capítulo 7: “ El Modelo Celestial”
La Educación Cristiana, 1975. Pág. 61-64


Nos estamos acercando rápidamente a la crisis final dela historia de este mundo, y es importante que comprendamos que las ventajas educativas ofrecidas por nuestras escuelas son diferentes de las ofrecidas por las escuelas del mundo. Tampoco hemos de seguir la rutina de las escuelas mundanas. La instrucción impartida en las escuelas adventistas ha de ser tal que induzca a practicar la verdadera humildad.
Nosotros los maestros necesitamos comprender la obra que ha de hacerse en estos últimos días. Nuestra obra educativa debe llevar siempre el sello de lo celestial y revelar así cuánto supera la instrucción divina al saber del mundo. Algunos pueden considerar imposible esta obra de transformación completa. Pero si lo fuera no se destinarían tantos recursos para su realización.
Nuestro conocimiento de lo que significa la verdadera educación debe inducirnos a buscar siempre la estricta pureza de carácter. Deben aprenderse y practicarse los principios del cielo; debe grabarse en la mente de todo estudiante la superioridad de la vida futura con respecto a esta vida. Los maestros que no introducen esto en su obra educativa, no tienen parte en la gran obra de desarrollar un carácter que pueda ser aprobado por Dios.
Deben emplearse maestros que den un molde celestial al carácter de los jóvenes. La obra más importante en nuestras instituciones educativas en este tiempo consiste en presentar ante el mundo un ejemplo que honre a Dios. Cuanto más sea reconocido Cristo como cabeza de todas nuestras fuerzas de trabajo, tanto más cabalmente quedarán nuestras instituciones limpias de toda práctica común y mundana. Cuando maestros y alumnos procuren cumplir la voluntad de Dios en la tierra, Cristo modelará y amoldará los caracteres de acuerdo con el orden divino: y estudiantes y maestros, comprendiendo que se están preparando para la escuela superior de los atrios celestiales, pondrán a un lado muchas cosas que ahora consideran necesarias, y magnificarán y seguirán los métodos de Cristo.
Es privilegio de los preceptores y maestros de nuestras escuelas revelar en todo su trabajo la dirección del espíritu de Dios. El señor exige integridad tanto en los asuntos más pequeños como en los mayores. Los que sean aceptados al fin como miembros del tribunal celestial, serán hombres y mujeres que aquí en la tierra procuraron llevar a cabo la voluntad de Dios en todo detalle y procuraron poner el sello del cielo sobre sus labores terrenales.
Así como Dios dio a Moisés instrucciones precisas acerca de la edificación del tabernáculo e incluso de quien debía realizar tal obra; también dejó indicaciones para nosotros sobre cómo debemos conducirnos en nuestra vida. A fin de que el tabernáculo terrenal pudiera representar al celestial, debía ser perfecto en todas sus partes, como el modelo de los cielos. Así también ha de suceder con el carácter de los que reinarán con Cristo.

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