domingo, 4 de julio de 2010

5° Resúmen de lectura

"MIEDO EN LA ESCUELA"
Educación 2001, num.146, Julio, 2007.páginas 42- 47

¿A qué le temen los niños en la escuela primaria?

Entenderemos por miedo una amenaza real o imaginaria, sobre la integridad física o de la identidad que se gesta de manera cotidiana en el espacio escolar. La amenaza es un elemento constitutivo de una relación de poder, y es el mecanismo que respalda el mandato que emite quien amenaza.
Desde luego que para que la amenaza tenga repercusión, es decir, causar miedo, debe ser creíble.
Podemos ubicar dos grandes vertientes en las que podemos identificar los miedos que experimentan los alumnos de educación primaria:
• En 1° lugar, estala amenaza a la integridad física, es decir, el temor a la violencia por parte de los compañeros de la escuela, y desde luego a los maestros, principalmente al de su grupo.
• En 2° lugar, a la identidad del escolar que se gesta cotidianamente en la institución.
Por esta razón, la evaluación, la reprobación,, la relación con los compañeros y los castigos, forman parte importante de su identidad que se forja cotidianamente en las aulas.
El miedo en casa empieza
En muchas de las familias de nuestro país se genera y se promueve una cultura del miedo, como un instrumento para validar y asegurar el control de los hijos. Es frecuente escuchar a los padres de familia decir:”¡Ahí viene el ropavejero!, y si sigues así, te va a llevar”; “Te va a llevar el coco”; “Ahí viene la bruja y te va a llevar en la noche”, “Te voy a regalar y me voy a buscar otro niño que se porte mejor que tú” “¡Te voy a quemar las manos con carbón! Para que aprendas a no agarrar lo que no es tuyo”.
Existe un común denominador en estas frases, pues son las mismas amenazas que los padres sufrieron cuando eran niños y que se reproducen fielmente a pesar de la distancia generacional.
Por esta razón, las protestas y recriminaciones de los niños son rápidamente acalladas también por argumentos que tienden a tipificar a los hijos con adjetivaciones como: “Niños malcriados”, “respondones”, “léperos”, “groseros”, “mal educados”.
El niño aprenderá a enmudecer. Su mutismo garantiza, es verdad, la efectividad de los principios pedagógicos aplicados pero oculta al mismo tiempo el foco de peligros que amenaza su desarrollo posterior.
La cultura del miedo se ve reforzada por el autoritarismo de los padres y maestros. Después de todo, a la escuela se le considera el espacio para educar y “poner orden” en las personalidades de los niños, es decir, establecer límites claros y fijos, así como enseñarle quien es la autoridad y mostrar cual es el lugar que ocupa en el espacio institucional.
Los métodos, incluyendo el miedo sobre los alumnos, son vistos a los ojos de los padres como “mal necesario” frente a la promesa de lograr como uno de los objetivos principales la formación de “alumnos serios y disciplinados, y lograr “que se porten bien”.
Todavía existe en algunos sectores de la población la creencia de que una educación rígida y severa es garantía de una buena educación, y por lo tanto, formadora de hombres nobles.
El miedo al examen
Los exámenes escolares tienen efectos sobre los participantes. Y es que en torno al examen existe toda una disposición de elementos materiales y sentimentales que le dan una connotación especial. Por ejemplo, existe una fecha para llevarlo a cabo que se vive como una amenaza; se establece un límite de tiempo para realizarlo.
¿Es posible evitar los miedos?
Valdría la pena reflexionar en torno a los distintos miedos que se dan en el seno de la institución educativa. Las consecuencias y efectos negativos son innegables para los alumnos, y en general para todo el sistema educativo. Que la violencia entre escolares es un problema grave y cotidiano, y que la violencia en general en los planteles educativos es un tema toral que necesita ser investigado más sistemáticamente para comprender sus causas y evitarla. Un tema del que la investigación educativa nacional tiene que ocuparse para mejorar la educación del país.

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