viernes, 9 de julio de 2010

EVOLUCIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO

INTRODUCCIÓN. 2.
IMPORTANCIA DEL SISTEMA EDUCATIVO EN SINALOA 3.
DESARROLLO HISTÓRICO DEL SISTEMA EDUCATIVO EN LA ÉPOCA PREHISPÁNICA 6.
INSTITUCIONES EDUCATIVAS MEXICANAS 9.
DERECHO CONSUETUDINARIO Y LA EDUCACIÓN MAYA 16.
LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE LA COLONIA Y EL MÉXICO INDEPENDIENTE 30.
LA EDUCACION POPULAR ANTES Y DESPUES DE LA REVOLUCIÓN 37.
POLITICAS Y REFORMAS EN MÉXICO 46.
BREVE RESEÑA DE LAS REFORMAS EDUCATIVAS EN MÉXICO 51.
LEY FEDERAL DE EDUCACION 70.
FUNCIONES DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL 73.
ANÁLISIS COMPARATIVO DE EDUCACIÓN NACIONAL CON RESPECTO A LA FISOSOFÍA CRISTIANA 76.
BIBLIOGRAFÍA 77.

INTRODUCCION
Los antecedentes históricos educativos de México se remontan a la época prehispánica. Según los historiadores y cronistas, los habitantes mesoamericanos, antes de la llegada de los españoles atendían el problema de la educación de sus niños y jóvenes con gran diligencia. A través del proceso educativo se llegaba a ser guerrero o sacerdote.
Durante la conquista, la actividad educadora se centro en la evangelización y la castellanización.
En México, desde los primeros momentos de su independencia comienza con una nueva identidad nacional y por lo tanto surge la necesidad de unificar y reformar su sistema de educación. México ha sufrido una serie de cambios educativos, pasando por los diferentes etapas llegado hasta nuestros días.


IMPORTANCIA DEL SISTEMA EDUCATIVO EN SINALOA
El sistema educativo en Sinaloa (básico, medio superior y superior), está constituido por una estructura administrativa que determina no sólo el tiempo (hora/trabajo) de los docentes frente a grupo, también los contenidos y aplicación de los planes y programas de estudio que mandan desde el centro para las instituciones educativas.
Organización
El aparato administrativo forma parte de la estructura del poder ejecutivo, a través de la Secretaría de Educación Pública y Cultura del Estado, de los grupos de poder en la Universidad Autónoma de Sinaloa y los esquemas lucrativos de las escuelas privadas; presenta las siguientes esquemas.


Elementos
El papel de la educación dentro de una sociedad se enmarca en un aspecto fundamental para el ser humano; tomando en cuenta que, quienes realizan la tarea fundamental de los distintos niveles educativos, es decir, los maestros, tienen como materia de trabajo la mente humana y su labor es ser un puente entre la información y la formación permitiendo así el desarrollo de la conciencia.
En el Sistema Educativo en Sinaloa la preocupación está dirigida a los conceptos macros de la administración: modernización, eficiencia, calidad, optimización de recursos, excelencia, valores, los cuales se persiguen de forma vertiginosa para rellenar los criterios, sin comprender que son resultado de un proceso educativo con rumbo y proyecto, que es finalmente de lo cual se carece en el gobierno.

Niveles
La SEPyC, la Rectoría de la Universidad y las Escuelas privadas, tiene un margen de control de las diversas actividades de los profesores.
De forma vertical se desarrollan y aplican los planes y programas de estudio a nivel nacional, se mandan las circulares y ordenes de clasificación y movilidad de los mentores; el organigrama anterior presenta los niveles jerárquicos educativos.
Evaluación
La educación en Sinaloa, se caracteriza por los esquemas de evaluación como, talleres para enseñar valores, calidad, aplicación de exámenes estándares de evaluación (CENEVAL), cursos de lectura, creatividad, etc.; y en los hechos, como lo que se busca son productos y no mejora, se inflan reportes y gráficas de resultados; que en muchas ocasiones coloca a los profesores en el nivel de técnicos de la enseñanza, sin criterio psicológico y pedagógico para decidir en torno al proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula.
Problemas
En muchas de las escuelas con tiempo anticipado, orientan los criterios de admisión, recurren al chantaje del presupuesto educativo, premian al inmovilismo, la complicidad y a los timoratos que repiten el dictado y mantienen callado y en orden al grupo.
Como la tecnología educativa y la psicología evolutiva con su símil indefinido: el constructivismo, cuya única consigna doctrinaria es que todos construimos el conocimiento, nos abofetea reiteradamente con más estadísticas, las del fracaso escolar, las de explicación superficial de los fenómenos del aula, las del reduccionismo. Con estas herramientas teóricas no llegamos a ninguna parte, menos a los puntos enumerados anteriormente.

DESARROLLO HISTÓRICO DEL SISTEMA EDUCATIVO EN LA ÉPOCA PREHISPÁNICA

La educación en la familia, el trabajo, la religión y la guerra, de acuerdo con algunas evidencias, tuvo características comunes en las culturas mesoamericanas durante la época prehispánicas. Tal es el caso de los templos-escuelas, e instituciones encargadas de transmitir a los niños y jóvenes, bajo una rígida disciplina, de conocimientos religiosos y militares.
Educación espontánea.
El proceso educativo en la sociedad prehispánica era simple y natural, se iniciaba con la crianza maternal, que duraba cuatro años hasta que el niño sabía caminar y comunicarse oralmente; se era adulto en plena pubertad. La educación estaba formada por juegos infantiles, la ayuda de los mayores en las tareas de aprendizaje, especialmente de los ritos religiosos y su epílogo es el entrenamiento superior que finaliza a los doce años de edad. La educación se reduce a un conjunto de aprendizajes supervisados informalmente por los mayores, que se reducen a la destreza manual y la capacidad física, para satisfacer las necesidades básicas, las cuales están encaminadas a mantener la supervivencia del colectivo.
Otra de las características de la educación era con la lectura de la “palabra de los ancianos” o “antigua palabra” (huehuetlatolli) se conocían los consejos que éstos daban a los niños y jóvenes, de esa forma se transmitían los valores que los antiguos mexicanos deseaban inculcar a sus descendientes.
El conocimiento técnico era abundante ya que se aprendía haciendo las cosas y practicando una y otra vez, como el cultivo, la pesca, la defensa, la construcción de instrumentos, entro otros. Parte de la cultura estaba los bailes, los cantos como expresión del arte así como también se expresaban en dibujos.
Educación tradicionalista
El prototipo de hombre de la época prehispánica estaba representado por cazadores expertos y hombres guerreros. La educación de la época eran realizadas por un conjunto de aprendizajes supervisados por los mayores, expertos en la caza y en la guerra; incluyendo los sacrificios, humanos y de animales, eran parte integrante de la religión. Para los guerreros el honor máximo consistía en caer en la batalla u ofrecerse como voluntarios para el sacrificio en las ceremonias importantes. La educación era muy estricta y se impartía desde los primeros años. A las mujeres se les exhortaba a que fueran discretas y recatadas en sus modales y en el vestir y se les enseñaban todas las modalidades de los quehaceres domésticos que, además de moler y preparar los alimentos, consistían en descarozar el algodón, hilar, tejer y confeccionar la ropa de la familia. A los hombres se les inculcaba la vocación guerrera. Desde pequeños se les formaba para que fueran fuertes, de modo que los bañaban con agua fría, los abrigaban con ropa ligera y dormían en el suelo; se procuraba fortalecer el carácter de los niños mediante castigos severos y el fomento de los valores primordiales como amor a la verdad, la justicia y el deber, respeto a los padres y a los ancianos, rechazo a la mentira y al libertinaje, misericordia con los pobres y los desvalidos. Los jóvenes aprendían música, bailes y cantos, además de religión, historia, matemáticas, interpretación de los códigos, artes, escritura y conocimiento del calendario, entre otras disciplinas.

INSTITUCIONES EDUCATIVAS MEXICANAS

El hogar.
Las familias de Tenochtitlan consideraban a sus hijos como una dádiva de los dioses; los hijos darían continuidad al linaje, colaborarían en las actividades productivas de la familia y aprenderían a respetar a sus mayores y a vene¬rar a las deidades. Algún día celebrarían su matrimonio, conformando así un nuevo pilar en la organización social del calpulli (barrio).
Era muy importante que al interior de la familia los niños aprendieran que en la generación del universo, llevada a cabo por los dioses supremos, las energías masculina y femenina se habían unido para dar fuerza a la creación de la vida. Por ello las mujeres educaban a las hijas, mientras que los varones instruían a los hijos; de esa manera, durante todo el proceso de educación informal que se llevaba en la familia, niños y niñas aprendían las conductas adecuadas y diferentes para cada sexo. En efecto, podría decirse que en la educación se combinaban los discursos solemnes y las muestras de amor y cariño de padres a hijos, con castigos y reprimendas sumamente rigurosos. De los tres o cuatro años en adelante, los infantes debían ejecutar tareas sencillas con gran comedimiento y obediencia; conforme pasaban los años el trabajo se hacía más complejo y las labores más pesadas; así aprendían, los niños, los oficios del padre, mientras que las jovencitas, todas las labores domésticas: asear la casa, preparar los alimentos, hilar las prendas de vestir de la familia, etcétera.
Al cumplir los quince años, los varones adolescentes eran obligatoriamente enviados por sus padres al Calmécac o al Telpochcalli, mientras que las jovencitas continuaban instruyéndose en casa, junto a sus madres, en las labores domesticas que las capacitarían cuando llegara el momento, para ser buenas esposas.
El mundo mexica se caracterizaba por el cuidado que ponían los gobernantes en el buen funcionamiento de su sistema educativo. Las escuelas de Tenochtitlan atendían a los jóvenes de acuerdo con su extracción social: los hijos de los nobles acudían al Calmécac, institución que se hallaba dentro del recinto ceremonial, mientras que los vástagos de los demás pobladores asistían a las escuelas de jóvenes, llamadas Tepochcallis, que había en cada barrio.
El tepochcalli.
El tepochcalli estaba destinado a los hijos de las familias comunes y corrientes y existía uno en cada barrio calpulli. Ahí se enseñaba la historia, los mitos, la religión y los cantos ceremoniales de los aztecas. Los varones recibían un intenso entrenamiento militar y aprendían cuestiones relacionadas con la agricultura y los oficios. Las mujeres se educaban para formar una familia y en las artes y los oficios que ayudarían al bienestar de su futuro hogar.
La vida en el Telpochcalli era dura, ya no había dulces palabras; las órdenes eran ahora más estrictas y desde la madrugada comenzaban las extenuantes actividades. Todo iniciaba con un helado baño en la laguna, seguido de una comida frugal y muy controlada. Los jóvenes debían realizar numerosos encargos, entre los que se encontraba el cultivo de las tierras de la escuela; recibían rudimentos de cultura y especialmente se buscaba su resistencia al dolor mediante prácticas de auto¬ sacrificio; muy importante era el aprendizaje del uso de armas como el átlatl, el arco y la flecha y el ma-uáhuitl, la curiosa espada de madera con filos de obsidiana. Si los jóvenes se distinguían por su habilidad y valor en las guerras de conquista, algún día podrían llegar a ser ciudadanos distinguidos a quienes se premiaba y rendían honores, y entonces podrían abandonar la rudeza del trabajo agrícola...
El calmecac
En el calmecac era donde recibían educación los hijos de la nobleza o pipiltin,. Los jóvenes aprendían los relatos históricos contenidos en los ámatl, o libros pintados (hoy conocidos como códices), que eran leídos en interminables discursos por los viejos sacerdotes. Algunos jóvenes con habilidad para la pintura, en su momento serían tlacuilos y se encargarían de registrar la historia en dichos libros utilizando la complicada escritura pictográfica. Los hijos de los sacerdotes seguirían los pasos de sus padres, aprendiendo los relatos mitológicos y el complejo funcionamiento del ceremonial que se llevaba a efecto en los diversos templos y santuarios.
Todos los alumnos del Calmécac debían dominar los giros literarios más elegantes de su lengua, el náhuatl, y conocer las grandes creaciones poéticas de los antiguos bardos, así como saber declamar con donaire y distinción. Aprenderían además el difícil manejo de la administración pública y en el futuro serían maestros, jueces e inclusive gobernadores, para lo cual deberían conocer los códigos legales que regulaban la vida en comunidad.

Cuicacalli.
En la sociedad mexica la formación musical de los jóvenes se impartía de manera específica en los cuicacalli, como lo menciona Diego Durán: “En todas las ciudades había junto a los templos unas casas grandes donde residían maestros que enseñaban a cantar y a bailar, a las cuales casas llamaban cuicacalli, que quiere decir casa de canto, donde no había otro ejercicio sino enseñar a cantar, a bailar y a tañer a mozas y mozos…”
Se sabe que la danza, la música y la poesía estaban intrínsecamente relacionadas con las fiestas mexicas según fuentes dadas por Motolia, se caracterizaban dos formas principales de danzas, el Macehualiztli (accion de merecer), danza de carácter religioso acompañada de cantos solemnes y grave reservado para la fiesta de los dioses y para las celebraciones de las victorias guerreras con el fin de dar gracias a los dioses. El netotiliztli (acción de bailar), danza acompañada de cantos para festejar victorias o la entronización de un nuevo señor, para la realización de bodas, u otras proezas o novedades; estas danzas solían realizarse en las plazas de las ciudades, patio principal del palacio o incluyendo en la sala principal de la vivienda y podía reunir mas de mil bailarines.
Duran incluye otros tipos de bailes y danzas de los cuicacalli: “Una hora antes de la puesta del sol, cada tarde, algunas personas mayores de ambos sexos…, designadas a este oficio en cada bario de la ciudad, reúnen, a los muchachos y muchachas, y los acompañan al cuicacalli, para aprender a tocar música, a cantar guardando el compás y ha bailar siguiendo el ritmo… Respecto a los guardianes deben asegurarse que los jóvenes van y vienen directamente de su domicilio”. Para estos tipos de eventos no se toleraban ninguna deshonestidad, una vez que todos los jóvenes han llegado, se agrupaban en el patio central donde los profesores de música y canto les enseñaban lecciones hasta la noche bastante avanzada. Estas clases para muchos jóvenes era una ocasión para los encuentros amorosos en donde se frecuentaban esperando el tiempo indicado para el casamiento.
Duran describe varios aspectos de las actividades realizadas en el cuicacalli. Las cuales se mencionan algunas de ellas:
Las danzas graves y lentas eran, para las ocasiones solemnes.
Las danzas de placer, cuyos cantos son de tonalidad mas aguda. Se trata de cantos de amor “bailes mancebos.”
Los cuecuechcuicatl, son danzas deshonestas, en donde participan hombres y mujeres; u hombres vestidos de mujeres.
La danza de Xochiquetzal, danza ritual en la que los jóvenes, ce transforman en dioses o animales.
La danza burlesca o danza “de los viejos”, los bailarines llevan mascaras de ancianos y rostros deformados.
Danza alegre, los hombres y mujeres, bien vestidos le hacen ritual en honor a los dioses.
Además el cuicacalli durante el día antes de la llegada de jóvenes, hay otro tipo de reunión; los guerreros que han obtenido cierta gloria, llegan para bailar con las ahuiani (cantoras o rameras), estos podían tener relaciones con estas mujeres a la vista de todos.

DERECHO CONSUETUDINARIO Y LA EDUCACIÓN MAYA
Educación espontánea.
El educación era parte integral en familias mesoamericanas, como es el caso de la cultura maya, las madres tenían la responsabilidad de enseñarle a las niñas los quehaceres domésticos que consistían mayormente en moler, preparar alimentos, hilar, tejer, confeccionar ropa para la familia; también se enseñaba a rebuenas esposas. Los padres eran los responsables en la enseñanza de los hijos varones; además de enseñar a los hijos de ser respetuosos, los hijos aprendían la agricultura, la pesca, la caza, la artesanía y se les enseñaba a ser guerrilleros. El maya de la nobleza tenia otras tareas diferentes al maya clásico. Además los ancianos enseñaban a los más jóvenes mediante historias para transmitir los valores de los antepasados.

Educación tradicionalista.
El maya ordinario no tenia acceso a los conocimientos de los nobles, por los tanto su educación simplemente era mas espontáneo, en donde los padres y las madres enseñaban a sus hijos (as) a ser principales productores de alimentos y además de ser trabajadores de la nobleza.
Los hijos de la nobleza se les enseñaba en los templos y palacios eran estudiantes de la escritura jeroglífica, estudiosos de los calendarios que inventaron para contar el tiempo, sus avances en materia de astronomía y otras cosas más. El aparato sacerdotal se hizo más complejo con el fin de legitimar a la nobleza en su derecho divino para gobernar y adoptó nuevas prácticas religiosas (los sacrificios humanos). Los mercaderes, sin ser nobles de nacimiento, adquirieron riqueza y un poder que les permitió tener acceso a puestos relevantes dentro de la rígida organización gubernamental y una educación mejor para sus hijos. En las estelas los escultores narraban la historia oficial escrita de las hazañas y obras del gobernante en turno. En ellas registraron nacimientos, matrimonios, ascensos y transmisión del poder, alianzas con otras urbes importantes, guerras, construcción de edificios monumentales y las fechas de estos acontecimientos. Los escribas dedicaron sus esfuerzos en contar los hechos históricos, proféticos y astronómicos. Era importante para los padres que sus hijos aprendieran las tareas de forma bien realizadas; había prácticas agrícolas especializadas, se producían cerámica de calidad, campos de cultivo existentes en ciertas regiones peninsulares.

Mencionaremos algunos campos de estudios de la cultura maya.
Cosmología: Los mayas crearon una explicación sobre el origen del mundo, la forma del universo y las deidades que lo habitan. Esta manera de interpretar el cosmos y de vincularse con él determina la vida cotidiana y da respuestas a las interrogantes místicas y religiosas de la comunidad. Define, asimismo, lo sacro y lo profano, el pasado, presente y futuro, y el papel de cada persona. Incluye a dioses benévolos y malignos, remotos y cercanos. Se ocupa también de la muerte, la estancia en el más allá y la reencarnación.
Escritura y lectura del Códice: La temática de un libro maya podía estar vinculada con la religión, la astronomía, los ciclos agrícolas, la historia o las profecías. Pero en todos los casos, tanto el contenido como la elaboración del códice y el valor de éste por sí mismo, estaban relacionados con el mundo superior. Puesto que para escribir era necesario hallarse en contacto con los dioses, los productos de esa escritura debían ser considerados como objetos sacros y conservados en habitaciones específicas dentro de los templos y de los principales edificios civiles. Durante las fiestas y ceremonias especiales, los códices se leían en público, después de someterlos a ritos purificatorios y de renovación. La lectura la realizaban varios sacerdotes, cada uno de acuerdo a su especialidad, por lo que es posible que los ideogramas hayan tenido no una, sino varias interpretaciones.
Parte de la lectura de los códices; el calendario maya se resumía en una sucesión indefinida de días, ordenada pero arbitraria, independiente de los fenómenos astronómicos, de hecho, los mayas tenían y usaban dos calendarios: un calendario ritual de 260 días, llamado tzolkín; un calendario solar, llamado haab. El primero comprendía 20 periodos de 13 días, designado cada uno de ellos por un nombre particular precedido de un número del 1 al 13. En cada periodo, el día precedido por el número 1 tenía un nombre diferente. Los 20 nombres diferentes de los días eran: Ik, Akbal, Kan, Chicchan, Cimi, Manik, Lamat, Muluc, Oc, Chuen, Eb, Ben, Ix, Men, Cib, Caban, Eznab, Cauac, Ahan e Imix. Por otra parte, el calendario solar incluía 18 meses de 20 días y un mes nefasto de cinco días. Estos meses se llamaban respectivamente: Pop, Uo, Zip, Zotz, Tzec, Xul, Yexkin, Mol, Chen, Yax, Zac, Ceh, Mac, Kankin, Muan, Pax, Kayab, Cumhu, y Uayeb. Pop era el primer mes del año y el primer día del mes llevaba la cifra cero: así el primer día del año se escribía 0 Pop. Los dos calendarios se utilizaban conjuntamente. La fecha completa de un día englobaba la indicación del tzolkín, seguida por la del haab: 2 Ik 0 Pop, por ejemplo; el día siguiente era el 3 Akbal 1 Pop, etc.
Matemáticas: El sistema de escritura maya es el mas desarrollado de la cultura mesoamericana. Consta de numerales de puntos (con valor de uno) y barras (con valor de 5), así como una concha estilizada que representa el cero. Además de los números, la escritura comprende varios jeroglíficos, que son signos esquematizados y que también tienen variantes (al igual que los números de uno al veinte, representados por cabezas humanas y animales). Cada glifo consta de un elemento principal y varios secundarios o afijos; este conjunto es un "cartucho"; la unión de cartuchos da una especie de oración, así mismo varias oraciones constituyen un texto. Existen aproximadamente 350 signos principales, 370 afijos y alrededor de 100 "glifos retrato", principalmente deidades. Los mayas escribieron y esculpieron quizá miles de códices, pero la mayoría fue destruida durante la ‚poca colonial, además grababan en sus vestidos, esculturas, hueso y casi cualquier material en el que se pudiera escribir, sus jeroglíficos en los cuales dejaron grabados mitos, conocimientos científicos y la historia de la alcurnia de sus gobernantes. Los logros matemáticos, cronológicos y astronómicos alcanzados por los mayas, son los más avanzados entre las civilizaciones antiguas. Fueron el resultado de una conciencia del devenir, concebido como el movimiento del espacio, que parece ser medular en su cultura. Para ellos el universo no es una realidad estática sino en constante movimiento, lo que da a los seres la capacidad de evolucionar.

Astronomía: El calendario solar maya era más preciso que el que hoy utilizamos. Todas las ciudades del periodo clásico están orientadas respecto al movimiento de la bóveda celeste. Muchos edificios fueron construidos con el propósito de escenificar fenómenos celestes en la Tierra, como El Castillo de Chichén Itzá, donde se observa el descenso de Kukulkán, serpiente formada por las sombras que se crean en los vértices del edificio durante los solsticios. Las cuatro escaleras del edificio suman 365 peldaños, los días del año. En el Códice Dresde y en numerosas estelas se encuentran los cálculos de los ciclos lunar, solar, venusiano y las tablas de periodicidad de los eclipses.
Entre los mayas, la cronología se determinaba mediante un complejo sistema calendárico. El año comenzaba cuando el Sol cruzaba el cenit el 16 de julio y tenía 365 días, como de la astronomía y matemática maya.
Los mayas eran astrónomos absolutamente realizados. Su principal interés, era estudiar los movimientos del Sol sobre sus latitudes. Todos los años, el sol viaja a su punto del solsticio del verano, o a la latitud de 23-1/3 grados del norte. La mayoría de las ciudades mayas estaban localizadas al sur de esta latitud, lo que significa que podrían observar el sol directamente por encima durante el tiempo que pasaba sobre su latitud. Esto sucedía dos veces al año, en tiempos iguales alrededor del día del solsticio. Los mayas podían determinar fácilmente estas fechas, porque en el mediodía local, no había sombra. Las observaciones del paso por el cenit son posibles solamente en las zonas tropicales y eran absolutamente desconocidas por los conquistadores españoles que descendieron sobre la península de Yucatán en el decimosexto siglo. Los mayas tenían un dios que representaba dicha posición del sol, llamado el dios del salto.
Venus era el objeto astronómico de mayor interés. Quizá lo conocían mejor que cualquier otra civilización que no perteneciera a Mesoamérica. Pensaron que era más importante que el sol. Lo miraron cuidadosamente mientras se movía a través de sus estaciones y se dieron cuenta que tardaba 584 días en coincidir la Tierra y Venus en la misma posición con respecto al Sol. Además, se fijaron que transcurría cerca de 2922 días para que la Tierra, Venus, el Sol y las estrellas coincidieran. El patrón de Venus se cuenta generalmente en la conjunción inferior, esa vez en que Venus pasa entre el Sol y la Tierra. Un diagrama de esta situación se puede considerar a continuación.

Según sus observaciones, durante este período, Venus no se podía ver desde la Tierra, ya que desaparece por un período de 8 días aproximadamente. Cuando se sale justo después de la conjunción inferior, es decir, cuando aparece después en el cielo de la mañana, el llamado orto heliaco (porque sale con el Sol), era la posición más importante de Venus. Después salir, Venus alcanza su mayor brillo. Entonces se irá hacia el oeste, moviéndose rápidamente (en el movimiento retrógrado) lejos del Sol. Luego seguirá siendo visible cerca de 260 días en el cielo de la mañana hasta que alcanza la conjunción superior. En este punto, Venus está en el lado opuesto del Sol respecto de la Tierra. Llega a ser débil, hasta que se sumerge bajo el horizonte, para volver a aparecer en el lado opuesto del Sol al cabo de 50 días. Después sale como estrella de la tarde y sigue en el cielo nocturno alrededor de 260 días hasta que pasa por el este y brilla más intensamente antes de llegar la conjunción inferior otra vez.
Los Mayas hicieron observaciones diarias en Venus, el cual tenía un efecto psicológico sobre los Mayas y otras culturas de Mesoamérica. Se ha demostrado que medían el tiempo de algunas de sus guerras basándose en los puntos inmóviles de Venus y de Júpiter. Hacían sacrificios humanos después de la conjunción superior, cuando Venus estaba en su magnitud más débil porque temían más el primer orto heliaco después de la conjunción inferior.
Los mayas no solo conocían los extremos del Sol en los solsticios, sino también los equinoccios en que el sol parecía salir justo al este o justo en el oeste. Las observaciones de la eclíptica deben haber sido una porción importante de la observación solar maya.
Los mayas tenían un componente lunar en sus inscripciones del calendario. Después de obtener la información sobre las fechas de los calendarios mayas, las inscripciones típicas mayas contienen un cómputo lunar. La cuenta lunar se basaba en 29 o 30 días. El período sinódico lunar consta de aproximadamente 29,5 días, así que alternando su cuenta entre estos dos números la luna también fue introducida cuidadosamente en la secuencia del calendario. El conocimiento lunar también era importante para ellos porque permitía hacer predicciones de eclipses: un almanaque para predecirlos está contenido en el Códice de Dresde.
Los mayas retrataron la eclíptica en sus ilustraciones como una serpiente de dos direcciones. La eclíptica es la trayectoria del Sol en el cielo marcada por un grupo de constelaciones fijas de estrellas. Aquí la Luna y los planetas pueden verse porque están limitados, como la Tierra, por el Sol. Las constelaciones en la eclíptica también se llaman constelaciones, no se sabe exactamente cuáles fueron las constelaciones fijas en la eclíptica vista por los mayas, pero hay una cierta idea del orden en algunas partes del cielo. Se sabe que había un escorpión, que comparamos con nuestra propia constelación de Escorpio, pero con la diferencia de que sus pinzas coincidían con la actual constelación de Libra. También se ha encontrado que Géminis aparecía en la cultura maya como un cerdo o un pecarí, (un animal de la familia del cerdo). Otras constelaciones en la eclíptica eran identificadas como un jaguar, una serpiente, un palo, una tortuga o un monstruo del xoc, es decir, un tiburón o monstruo del mar. Las Pléyades eran vistas como la cola de una serpiente de cascabel que se llamaba "Tz'ab." La Vía Láctea era venerada por los mayas. La llamaron el Árbol del Mundo y era representada mediante un árbol en flor alto y majestuoso, el Árbol del Mundo se encuentra en el cenit cuando Sagitario está por encima del horizonte; en este tiempo la Vía Láctea sale por encima del horizonte y cruza el meridiano. Las nubes de estrellas que forman el llamado actualmente “Camino de Santiago” fueron vistas como el árbol de la vida de donde proviene toda la vida. Cerca de Sagitario, el centro de nuestra galaxia, donde el árbol del mundo cruza la eclíptica, era de especial atención para los mayas. Un elemento importante del árbol del mundo es el monstruo Kawak, de cabeza gigante. Este monstruo era también una montaña o un monstruo del witz. Un tazón de la fuente del sacrificio en su cabeza contiene una lámina del pedernal y el jeroglífico de Kimi que representa la muerte. Encima del árbol del mundo encontramos un pájaro llamado Itzam Ye, el pájaro más importante. Hay evidencias que demuestran que el Sol se aparecía en el árbol del mundo en el solsticio de invierno. Cuando en los meses de invierno la Vía Láctea dominaba el cielo, fue llamada "serpiente blanca deshuesada". Esta parte de la Vía Láctea había pasado por encima en el cielo nocturno durante la estación seca. No es brillante como las nubes de estrellas que dominan el norte del cielo del ecuador durante los meses de verano, pero los observadores en zonas oscuras podrán ver el resplandor fácilmente. Aquí la eclíptica cruza dicha Vía Láctea otra vez, cerca de la constelación de Géminis que era la localización aproximada del Sol durante solsticio del verano. Es posible que las quijadas de la serpiente Blanco-Deshuesada fueran representadas por la cabeza del monstruo de Kawak. Los reyes Mayas midieron el tiempo de sus rituales de accesión en consonancia con las estrellas y la Vía Láctea. Celebraron reuniones del k'atun aproximadamente cada veinte años. Al final del período del k'atun, una de las reglas de los mayas era levantar una figura, llamado árbol de piedra, para conmemorar el acontecimiento.
La astronomía y cosmología maya era una filosofía viva y religiosa que impregnó sus vidas a un modo que puede parecer excesivo para la gente moderna. Ellos eran observadores astutos, sensibles a la naturaleza cíclica del sol, de la luna y de los planetas.

Arquitectura: Arquitectónicamente se destacan con claridad dos estilos: el maya puro, cuyos edificios datan de los siglos VI al X y el maya-tolteca que floreció entre las centurias XI y XIV. El principal exponente de este último es Chichén ltzá, meca del "Nuevo Imperio", en donde se encuentran los templos-pirámides con columnas de serpientes emplumadas, dedicadas a Kukulcán (Quetzalcóatl). De las siete construcciones en que aparecen
esas columnas, las más importantes son el Castillo, por sus dimensiones, y el Templo de los Guerreros, por su grandiosidad. Llaman también la atención la magnitud de los varios juegos de pelota que existen en Chichén ltzá y las grandes columnatas, hasta de 120 metros de largo, como las que rodean el Patio de las Mil
Columnas. Otra estructura notable es la torre del Caracol u observatorio astronómico. En Chíchén ltzá se han descubierto también numerosas pinturas murales y esculturas.
En este aspecto los mayas son notables, pues sustituyeron la tierra por la piedra, e hicieron uso de la columna para sostener sus edificaciones, al igual que las torres, y fueron de las primeras civilizaciones en hacer uso de la bóveda.
La región ofrece admirables pirámides que han sobrevivido el paso del tiempo y templos que representan la más alta expresión artística de la cultura maya.

Objetivo de la educación.
Los mayas estaban divididos en clases sociales. Los nobles o almehenoob estaban organizados en linajes y monopolizaban los oficios de batab yhalachuinic. Los linajes gobernantes se constituyeron en una burocracia cerrada y corporada que a través del Lenguaje Zuyuá o conocimiento adivinatorio controlaban el acceso a dichos cargos. Ellos transmitían este conocimiento y su significado de padre a hijo por lo que dichos cargos eran patrimoniales. En el uso de este mecanismo y sustentados en sus tradiciones históricas ancestrales, ellos controlaron el poder; excepto cuando ante la falta de sucesor, hijo o tío paterno, los sacerdotes y los principales realizaban un proceso electivo.
La nobleza maya dirigía los ejércitos y sus miembros eran los mercaderes y agricultores más ricos. Para los nobles era motivo de orgullo descender de alguno de los grupos que desde el Altiplano Central habían llegado a Yucatán a fines del siglo X o de alguna familia de Mayapán.
El florecimiento económico y cultural alcanzado por los mayas de las costas se refleja en la importancia que alcanzó Chauac-ha. Ésta era, aparte de una capital política, un centro hacia el cual confluían los mercaderes de la alta nobleza hablante de mopán, chol, manché, chontal, itzá y, posiblemente, náhuatl. No fue una ciudad mercado. Allá esos personajes, aparte de realizar sus transacciones, intercambiaban ideas y se comunicaban con novedosas expresiones lingüísticas, transmitían sus costumbres, gustos, maneras y formas propias de su alcurnia. Los grandes mercaderes realizaban sus intercambios comerciales en Cachi, pueblo dependiente de Chauac-há. Allá concurrían los tratantes con sus caravanas transportando la producción excedente de los pueblos con el fin de intercambiarla con otras mercaderías. La miel, el copal, los esclavos y los ricos y exquisitos tejidos de algodón debieron ser entre otros, los artículos de mayor circulación y más codiciados por los ah ppolom.

LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE LA COLONIA Y EL MÉXICO INDEPENDIENTE
En la Colonia y en el México independiente se distinguen diversos tipos de enseñanza: la evangelizadora, el adiestramiento en artes y oficios, la femenina, la formación de religiosos y la universitaria. Las actividades educativas fueron asumidas por diversas órdenes religiosas. A partir de la segunda mitad del siglo XVI, los jesuitas llegarían a ejercer una gran influencia intelectual en la sociedad novo hispana.

Educación para los indígenas.
Durante las primeras décadas de la Conquista, los franciscanos ofrecieron educación en internados conventuales a los hijos de señores y principales Mexicas, con el doble objetivo de enseñarles la lectura y la escritura del español y evangelizar a los indígenas. Esos jóvenes Mexicas participaron eficazmente en la labor catequizadora. Los internados adoptaron elementos de los templos-escuelas que guardaban semejanzas con la educación conventual, como el rigor de la vida de los internos, la retórica ceremonial y la formación moral.
No obstante, la inicial preocupación por la evangelización y la formación intelectual de los indios fue desplazada por la atención casi exclusiva hacia los criollos. La educación para los indígenas fue perdiendo importancia y se les excluyó de los niveles educativos superiores.
Si hemos de suponer que hubo finalmente castellanización, ésta no fue sólo resultado de una labor producida por una estrategia metodológica de enseñanza-aprendizaje; en todo caso, la gran mayoría de la masa indígena permaneció en la ignorancia, se castellanizó y asumió el nuevo paradigma dominante debido al contacto inmisericorde de su relación de explotación en el mundo colonial. Aprendieron el español por necesidad de supervivencia y conocieron a fuerza de un contacto cotidiano con el sistema social y lucharon para resistirlo.
Dedicado a la enseñanza de indígenas, el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, también conocido como el Primer Colegio de América, fue la primera institución de educación superior, pero tuvo una corta duración.

Educación para los mestizos y criollos.
La educación a niños mestizos fue una educación práctica, a la cual se refiere a la labor de enseñanza artesanal y tecnológica que frailes, indios y mestizos aprendieron y enseñaron mutuamente. Además estaban algunas escuelas para mujeres, estos internados aristocráticos exigían que las alumnas fuesen españolas o descendientes de españoles.
En los primeros años del virreinato, se establecieron instituciones como el Colegio de San José de Belén de los Naturales, el de Nuestra Señora de la Caridad, el de Estudios Mayores del pueblo de Tiripitío, el de Santa Cruz de Tlatelolco y la Real y Pontificia Universidad de la Nueva España en donde se les enseñaba a los hijos de los españoles.

Ordenes religiosas en la enseñanza.
Junto a la castellanización a través de lo religioso se promueve el conocimiento práctico de artes y oficios para integrar al mundo del trabajo colonial al indígena. Ya no son sólo las verdades básicas apocalípticas las que se imponen, sino la promoción de los misterios, los dogmas y el sentido universal de la religión católica. También las características de las jerarquías dominantes, las instituciones y las normas jurídicas del colonialismo.
La fuente del saber era la religión, pues era el paradigma que se imponía como modelo de vida, de sociedad y de trabajo. Era un verdadero proceso educativo en toda la extensión de la palabra, entendido claro está, como la implementación de una visión del mundo sobre otros. Aún así, los caracteres del pensamiento y la cultura indígena sobrevivió de manera sincrética en los parámetros del mundo castellano.
Los indígenas que eran cooptados por la iglesia misionera, o por las abadías, conventos y parroquias eran castellanizados, para ello los propios misioneros se veían sujetos a aprender las lenguas indígenas, pues para enseñar se necesitaba saber el idioma original de los futuros conversos. De esta forma la enseñanza se daba en un doble proceso: los que fungen como maestros los misioneros los cuales aprendían las lenguas nativas, y los indígenas que se veían obligados por necesidad propia y por influencia dominante al aprendizaje castellano. La necesidad de facilitar el aprendizaje de ambos hizo necesario la confección de una bibliografía en lenguas indias para el misionero y una castellana para los sometidos. Todo este proceso era una función educativa; el medio de enseñanza es el catecismo y el recurso didáctico es la predicación y el aprendizaje memorístico de los dogmas fundamentales de la religión católica. En cambio, para aprender las lenguas locales era necesario un conocimiento gramatical y regional.
A fines del siglo XVI ya existía una peculiar forma de educación religiosa, destinada a los vasallos, la educación en el atrio de las iglesias, en donde se congregaba a los conversos para enseñarles la doctrina cristiana.
La independencia de México y la educación.
A principios del siglo XIX los liberales españoles que luchaban contra el absolutismo Borbón y los insurgentes mexicanos aceptaban la necesidad de atender la educación. Los ordenamientos en la materia estipulados en la Constitución de Cádiz de 1812 sólo parcialmente fueron aplicados por los virreyes Venegas y Calleja, entre otras razones, porque coincidían con los anhelos libertarios de los independentistas. En la Constitución de Apatzingán de 1814, que nunca entró en vigor, los insurgentes establecieron que la instrucción era necesaria para todos los ciudadanos y que debía ser favorecida por la sociedad.
Una vez consumada la independencia de México, se abrió un periodo de intensas luchas entre liberales y conservadores, dentro de un proceso histórico de construcción del Estado nacional. En cuatro décadas el país perdió la mitad de su territorio, sufrió la intervención armada de Estados Unidos de Norteamérica y de Francia.
Los liberales y los conservadores coincidían en que la educación era fundamental, pero sus profundas diferencias político-ideológicas y los conflictos con el exterior dificultaron la construcción del Estado y, con ello, la definición de políticas educativas. No obstante, si se compara con el periodo colonial, la educación en este periodo tuvo avances, en especial la primaria que se extendió a gran parte del país.
El papel de la iglesia en la educación y la noción de libertad educativa fueron puntos de conflicto desde 1824. Los liberales de las primeras décadas del México independiente propusieron la libertad de enseñanza con el objetivo de acabar con el monopolio eclesiástico sobre la educación. Al mismo tiempo, pensaban que cualquier intervención del Estado en la educación destruía la doctrina liberal. Sin embargo, en la década de los años treinta, con el mismo propósito de excluir a sectores eclesiásticos y conservadores, los liberales modificaron su opinión y propusieron el control estatal sobre la educación.
LA EDUCACION POPULAR ANTES Y DESPUES DE LA REVOLUCIÓN
El sistema educativo antes de la educación popular comienza después de la independencia, algunos datos son presentados a continuación: El clero era una pieza fundamental en la educación en México después de la independencia, años más tardes. La guerra de reforma, la intervención francesa y la guerra contra Maximiliano de Habsburgo, afectaron la operación de muchas escuelas, “por la impostergable necesidad de tomar los fondos destinados a sueldos para financiar la actividad bélica”, la inestabilidad política, militar y financiera del periodo impidieron durante más de dos décadas que la acción educativa del Estado se ampliara. En 1867, tras la victoria de Juárez, se promulgó la Ley Orgánica de Instrucción Pública. En ella se establecía la educación primaria «gratuita para los pobres y obligatoria», se proponía la unificación educativa, se excluía del plan de estudios toda enseñanza religiosa y se incorporaba la enseñanza de «moral». La libertad de enseñanza garantizada en la constitución, encontraba sus límites
en el laicismo obligatorio de los establecimientos oficiales. También contenía disposiciones para la educación secundaria, entre las cuales destaca la creación, bajo los principios del positivismo, de la Escuela de Estudios Preparatorios, la cual habría de dar una base homogénea a la educación profesional. La ley sólo regía al D.F. y territorios federales, pero ejerció influencia sobre las leyes estatales.

Educación publica en el Porfiriato
En el Porfiriato, el poder y los recursos económicos tendieron a centralizarse a costa de las autonomías locales y estatales. La antigua base municipal de la educación fue erosionándose por la supresión de las alcabalas. La falta de recursos locales y nacionales dificultó el desarrollo de un sistema nacional y unitario de educación.
Durante el porfiriato la educación continuó siendo un sistema pequeño y de lenta expansión. De 1878 a 1990, se registró una tasa de crecimiento anual de la escolaridad por cada 1,000 habitantes de 3.2%. En una segunda fase, de 1900 a 1907, el ritmo disminuyó para situarse en una tasa de 2.7%. Según datos aproximados, la tasa de escolaridad efectiva (relación entre la matrícula y la población de 5 a 15 años) era de 23%. Entre 1878 y 1907 sólo surgieron alrededor de 162 escuelas, un crecimiento de 2% en 30 años.
En la administración porfiriana aparecieron en pocas ciudades y en número muy pequeño los primeros jardines de niños. La educación primaria sólo llegó a las ciudades importantes, atendiendo principalmente a una porción de las clases medias urbanas y semiurbanas. En cambio, la educación superior recibió mayor atención: la escuela preparatoria surgió en todos los estados del país, los institutos científicos y literarios se multiplicaron y sus contenidos y equipos didácticos mejoraron. En casi todos los estados se contó con escuelas normales, en algunos se desarrolló la educación artística y, al final del periodo (1910), se creó la Universidad Nacional.
En el terreno de las ideas, las realizaciones más destacadas del porfiriato fueron los cuatro grandes congresos pedagógicos nacionales, el desarrollo de teoría educativa y el diseño de distintos enfoques educativos (la educación popular, integral, liberal, nacional y para el progreso).

Educación y constitucionalismo.
Durante la revolución mexicana (1910-1917) la educación tuvo un escaso desarrollo. Sin embargo, en algunos estados de la República los gobernadores revolucionarios impulsaron leyes que favorecieron la educación popular y, en algunos casos, pese a las grandes dificultades económicas, crearon escuelas
y ampliaron el número de profesores.
Los debates que adquirieron mayor importancia en el Constituyente de Querétaro fueron los relativos a la educación y a las cuestiones laborales, religiosas y agrarias. Resaltando este aspecto, el Gral. Múgica señalaba en la sesión del 3 de diciembre de 1916: "Estamos en el momento más sobresaliente de la revolución...ningún momento, señores, de los que la revolución ha pasado, ha sido tan grande, tan palpitante, tan solemne como el momento en que el Congreso Constituyente aquí reunido trata de discutir el artículo 38. de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos...se trata nada menos que del porvenir de la patria, del porvenir de nuestra juventud, del porvenir de nuestra niñez, del porvenir de nuestra alma máter, que debe engendrarse en principios netamente nacionales y en principios netamente progresistas...".
Educación popular y la constitución de 1917.
El Congreso Constituyente de 1917 elevó por primera vez a rango constitucional el precepto de la educación laica, obligatoria y gratuita. El Congreso estableció la prohibición al clero y a las asociaciones religiosas de organizar o dirigir escuelas de educación primaria. La Constitución otorgó mayores facultades educativas al Estado, el cual debía vigilar las escuelas primarias oficiales y privadas. Sin embargo, la supresión de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes determinada por el Congreso, dificultó al gobierno federal impulsar el sector educativo. Los municipios tuvieron a su cargo la educación, pero muchas escuelas cerraron por falta de recursos técnicos y humanos.
Con la aprobación del artículo Tercero, la Revolución moldea una nueva escuela mexicana, de acuerdo con las tendencias que la significaron: carácter laico y nacional; gratuidad; responsabilidad del Estado.
En 1917, la Universidad Nacional de México era la única institución que agrupaba diversas escuelas y colegios de educación superior.
Articulo 3 de la constin de 1917
ART. 3o.- La educación que imparte el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él a la vez, el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia:
I ,. La educación se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa y, basado en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios. Además:
a. Será democrática, considerando a la democracia como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico , social y cultural del pueblo.
b. Será nacional en cuanto atenderá a la comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros recursos, a la defensa de nuestra independencia política , al aseguramiento de nuestra independencia económica y a la continuidad acrecentamiento de nuestra cultura y

c. Contribuirá a la mejor convivencia humana.
II.- Los particulares podrán impartir educación en todos sus tipos y grados.
III.- Los planteles particulares dedicados a la educación deberán ajustarse, sin excepción a lo dispuesto en los párrafos inicial I, y II del presente artículo, y , además deberán cumplir los planes y programas oficiales.
IV .- Las corporaciones religiosas, los ministros de los cultos, las sociedades por acciones, que exclusiva o predominantemente, realicen actividades educativas, no intervendrán en forma alguna en planteles en que se imparta educación primaria, secundaria y normal, y la destinada a obreros o a campesinos.
V.- El Estado podrá retirar, discrecionalmente, el reconocimiento de validez oficial a los estudios hechos en planteles particulares;
VI.- La educación primaria será obligatoria;
VII.- Toda la educación que el Estado impartirá será gratuita y
VIII.-Las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios de este artículo. Las relaciones laborales, tanto del personal académico como del administrativo, se normarán por al
apartado A del artículo 123 de esta Constitución, en los términos con las modalidades que establezca la Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un trabajo especial, de manera que concuerde con la autonomía, la libertad de cátedra e investigación y los fines de las instituciones a que esta fracción se refiere.
IX.-El Congreso de la Unión expedirá las leyes necesarias, destinadas a distribuir la función social educativa entre la Federación, los Estados y los Municipios.


Educación en el gobierno de carranza.
El esfuerzo educativo, prácticamente interrumpido por la Revolución y la guerra civil que asoló al país, sólo pudo ser reemprendido, no sin grandes dificultades, con el ascenso y dominio hegemónico de la facción constitucionalista, liderada por don Venustiano Carranza.
En materia educativa, con base en la Constitución de 1917, Carranza se propuso dar prestigio, responsabilidad y fuerza a los Ayuntamientos, y el 28 de febrero de ese año les entregó las riendas para dirigir la educación, aunque los resultados fueron desastrosos, ya que el municipio se había vuelto botín de caciques, jefes de armas y políticos locales, quienes sustraían considerables recursos económicos. La Secretaría de Instrucción y Bellas Artes fue suprimida por la Ley de Secretarías de Estado del 13 de abril de 1917.
No obstante estos serios desatinos, las preocupaciones educativas de Carranza pueden apreciarse cuando el 15 de abril de 1917 informa al Congreso de la Unión que "a pesar de los trastornos que naturalmente se originan de un período tan largo de guerra como el que hemos sufrido, se ha tomado el mayor empeño en conservar abiertos y dedicados al servicio público el mayor número de establecimientos oficiales que ha sido posible, creando cuantos más establecimientos nuevos se ha podido para ofrecer mejores oportunidades educativas a toda la población escolar".
En otro informe, Carranza refiere que "los Ayuntamientos han recibido las escuelas elementales, superiores nocturnas y jardines de niños", reconociendo dos años después que a pesar de que los Ayuntamientos tienen a cargo la Instrucción Primaria, de conformidad con la Ley de 13 de abril de 1917, éstos "no han logrado aumentar el número de escuelas, según las necesidades de la población actual, ni sostener las que se hallan abiertas y por ello el Gobierno se ha preocupado de fomentar la iniciativa privada, ayudando al establecimiento de centros educativos".
La política descentralizadora del carrancismo no dio resultados positivos, pues al poco tiempo que los ayuntamientos se hicieron cargo de las escuelas primarias y jardines de niños, se demostró que estas instancias no estaban capacitadas para esta compleja tarea, ya que su administración y funcionamiento requerían de una preparación científica y pedagógica, así como de ingresos suficientes para llevar a la práctica los principios de laicidad, obligatoriedad y gratuidad. En la práctica, esta política se enfrentó a múltiples problemas como la necesidad de edificios, organización, legislación y administración.


POLITICAS Y REFORMAS EN MÉXICO
Políticas educativas con:

Joaquín Baranda: Ministro de Justicia e Instrucción durante 19 años (1882-1901), diseñó un sistema nacional de educación que sólo pudo aplicarse en el D.F. y los territorios federales. En su gestión se fundaron cuatro escuelas normales, una de ellas con carácter federal y nacional, que se sumaron. Por lo menos otras cuatro que existían en distintos estados. Desde su fundación, la Normal Nacional adquirió la facultad exclusiva de expedir títulos para la enseñanza. (Martínez, 1992).
En 1888 se promulgó una Ley de Instrucción Obligatoria con alcance jurisdiccional para el D.F. y los territorios federales. Con el objetivo de lograr que los ordenamientos se aplicaran en otros estados y conseguir la unificación educativa nacional, Baranda convocó a dos Congresos de Instrucción en los
que se reunieron pedagogos, maestros, intelectuales y autoridades, y cuyos resultados contribuyeron a definir el proyecto estatal de educación pública.

Justo Sierra: Con su llegada a la Subsecretaría de Instrucción Pública se abrió un segundo momento de la educación durante el porfiriato. Sierra se preocupó por organizar la educación nacional, expandirla a todos los sectores sociales y elevar los niveles de escolaridad. Como continuador de los ideales liberales de unidad nacional y progreso, confirió una función civilizatoria a la labor educativa, la cual debía estar organizada como un todo en un sistema con diferentes niveles de enseñanza. El Estado tenía que tutelar la educación primaria
para transformar la población en un pueblo, en una democracia. Como cúspide del sistema, a la universidad le correspondía la educación nacional en sus medios superiores e ideales, logrando la incorporación del conocimiento universal a las necesidades nacionales y con una visión nacionalista.
La tenacidad de Sierra se hizo patente con la creación de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, de la que fue su primer titular en 1905 y con la fundación de la Universidad Nacional en 1910.

José Vasconcelos, rector de la Universidad Autónoma de México, en 1921 por su iniciativa fue creada la Secretaría de Educación Pública (SEP), de la cual fue el primer titular. La creación de la SEP inaugura una tendencia hacia la «federalización» educativa. Vasconcelos desplegó una intensa actividad educativa, guiado por la convicción de unificar a la heterogénea y dispersa población mediante un nacionalismo que integrase las herencias indígenas e
hispánicas de los mexicanos. Con esos principios impulsó la alfabetización, la escuela rural, la instalación de bibliotecas, la edición de libros de texto gratuitos, los desayunos escolares, las bellas artes y el intercambio cultural con el exterior. Uno de los aportes más importantes de la gestión de Vasconcelos fue la educación rural: se crearon escuelas primarias y algunas normales rurales, y se formaron las Misiones Culturales, grupos de maestros, profesionistas y técnicos que se dirigieron a diversas localidades rurales para capacitar maestros y trabajar en favor de la comunidad (vacunación, organización productiva, recreación).



Moisés Sáenz Desde la Subsecretaría de Educación, el maestro Moisés Sáenz, fue copartícipe de la planeación educativa del país. Su preocupación fundamental fue la expansión del sistema educativo en el medio rural.
De acuerdo con Sáenz, el modelo pedagógico por aplicar sería el de la escuela activa de Dewey, con las adaptaciones que las necesidades del país requiriera.
Con relación a las escuelas rurales, Moisés Sáenz dijo: "En estas escuelas nunca se sabe dónde termina la escuela y dónde principia el pueblo, ni dónde acaba la vida del pueblo y comienza la escolar, porque, volviendo por su fuero primitivo de agencia social real, esta escuela es una con la comunidad.".
Según el maestro Sáenz: "La institución educativa que estamos estableciendo tiene una marcada tendencia a la socialización, connotando con ese término no precisamente la prédica propagandística de ningún credo de organización social, sino, por una parte, el enlazamiento de todos los elementos de la nacionalidad, la compenetración de los factores, la integración de todas las fuerzas para hacer de nuestro país una patria verdaderamente unificada y, por otra, la organización de los elementos humanos y de los valores materiales de la vida en formas eficaces de justicia y de aprovechamiento colectivo…"
La Escuela Rural Mexicana tuvo en los maestros Moisés Sáenz y Rafael Ramírez a sus teóricos más destacados y a sus realizadores más apasionados?
El maestro Sáenz fue el creador de la Escuela Secundaria en México.
A Moisés Sáenz se debió la fundación de la Casa del Estudiante Indígena.
Don Moisés Sáenz organizó el Primer Congreso Indigenista Interamericano.
A este ilustre maestro se debió, en gran parte, el proyecto educativo del presidente Plutarco Elías Calles.
Sáenz fue capaz de aceptar, después de la observación directa del funcionamiento de las escuelas rurales, específicamente en Carapan, Michoacán, que la redención del indígena y su incorporación a la nacionalidad mexicana, requerían además de la escuela, una integración económica de dicha población buscando un equilibrio con las necesidades del país.


BREVE RESEÑA DE LAS REFORMAS EDUCATIVAS EN MÉXICO
1833: La reforma liberal de 1833 que impedía al clero intervenir en la educación, no pudo aplicarse pues en 1834 fue suprimida ante la respuesta adversa de los sectores conservadores. Esa reforma brindó las bases de la propuesta liberal de educación pública en los años venideros, a partir del principio básico de la integración nacional. Buena parte de la educación continuó en manos del clero, pero a mediados de la década cincuenta, aunque tuvo vigencia el principio de la libertad de enseñanza, se operó «un cambio de espíritu que llevaría a un control mayor de la educación por el Estado.
La Constitución de 1857 adoptara la idea de una educación elemental pública laica, obligatoria y gratuita.
Tras la aprobación de la Constitución de 1917, el gobierno federal incrementó su peso respecto a los estatales en todos los ámbitos.
En 1921 se crea la Secretaría de Educación Pública (SEP). A partir de ese momento el peso del gobierno federal en el manejo de todo el sistema educativo nacional se hizo cada vez mayor.

La llamada de la educación socialista, impulsada a partir de 1934 con la presidencia de Lázaro Cárdenas, y que duró hasta el final de la de Ávila Camacho, en 1945, con la idea de formar un hombre libre de prejuicios y fanatismos religiosos, y una sociedad igualitaria.
Desde finales de los años 20 se desarrolló también un proyecto paralelo a los anteriores, el de la educación tecnológica, orientada a apoyar la industrialización del país, impulsado por Moisés Sáenz desde la presidencia de Calles. A mediados de la década de 1940 se estableció la tendencia que se conoce con la expresión de escuela de la unidad nacional, promovida por Jaime Torres Bodet, lo que supuso el abandono del proyecto de educación socialista.
En 1943 tuvo lugar la unificación de los sindicatos magisteriales. El nuevo Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) fue reconocido mediante un decreto presidencial en 1944 como el único organismo representativo de todo el magisterio nacional. La reforma del artículo 3º Constitucional en 1946, suprimió la educación socialista y en su lugar postuló nuevos principios, como la educación integral, científica, democrática y nacional, basada en la libertad, la justicia y la paz para mejorar la convivencia humana.
Entre 1940 y 1952, se redujo a 50% el analfabetismo de la población adulta. Entre 1940 y 1950 la cobertura educativa continuó creciendo. En primaria, la matrícula se expandió 60% y en preescolar 276.4%. El número de maestros de este nivel aumentó 66.7% (1942-1952), pero la cantidad de escuelas sólo se incrementó 8.9% . Por su parte, hacia 1952 la matrícula de educación secundaria ascendía a casi 70 mil estudiantes, la de educación media superior a 37 mil y la de superior a poco más de 30 mil
A partir de entonces comenzó a desarrollarse lo que llegaría a ser la política de modernización educativa de fines del siglo; podemos rastrear los antecedentes de esos elementos repasando las políticas educativas de los sexenios gubernamentales de la segunda mitad del siglo XX.

En el sexenio de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) las escuelas comenzaron a enfrentar las primeras manifestaciones de la explosión demográfica; el secretario de Educación Pública, J. Ángel Ceniceros, planteó por primera vez la necesidad de planificar el desarrollo del sistema.

En el sexenio de Adolfo López Mateos (1958-1964), Torres Bodet dirigió la elaboración del primer plan nacional de educación, el Plan de Once Años, en forma casi simultánea aunque relativamente independiente de los primeros esfuerzos de planeación hechos en otras partes de América Latina, como Colombia, con influencia de los trabajos de la OCDE y de la UNESCO, en particular del Proyecto Regional Mediterráneo.
Varias innovaciones importantes formaron parte de las políticas del Plan de Once Años, tratando de hacer frente a la explosión demográfica en el ámbito escolar, aumentando la capacidad de atención del sistema educativo: el doble turno en las escuelas, el impulso del programa federal de construcción de escuelas (CAPFCE) y el crecimiento de las escuelas normales para formar los maestros que se requerían. Otras iniciativas buscaban mejorar la calidad de la enseñanza, en este rubro destacó el programa de libros de texto gratuitos para todos los grados de la enseñanza primaria.

En el sexenio de Díaz Ordaz (1964-1970) las políticas del Plan de Once Años concebido para cubrir cinco años del sexenio de López Mateos y los seis del siguiente se siguieron aplicando; el acelerado crecimiento demográfico hizo que las cifras absolutas de matrícula previstas se rebasaran, aunque la cobertura de la demanda siguiera sin alcanzar el 100%.

En el sexenio de Echeverría (1970-1976) la presión de la demanda se transfiriera a los niveles siguientes, dando inicio a una época de crecimiento sin precedentes de la educación media superior y superior, que se afrontó con una política de apoyo a la creación de nuevas instituciones en esos niveles: el Colegio de Ciencias y Humanidades, el Colegio de Bachilleres, las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana, el crecimiento de universidades públicas y de institutos tecnológicos en los estados, y el desarrollo de la educación superior privada. En primaria se efectuó una reforma curricular y se elaboraron nuevos libros de texto; se aprobó también una nueva Ley Federal de Educación Superior. El Instituto Nacional de Educación de Adultos y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología fueron otras de las instituciones que surgieron en ese período.

En el sexenio de López Portillo (1976-1982) comenzó con un nuevo esfuerzo de planeación, que dio lugar al Plan Nacional de Educación presentado en siete volúmenes por Porfirio Muñoz Ledo a fines de 1977, que comprendía un amplio diagnóstico del sistema educativo, así como programas de trabajo para la educación básica, la formación de maestros, la educación en zonas deprimidas y para grupos marginados, la educación abierta, la capacitación, la educación tecnológica, la educación superior, la difusión de la cultura; la juventud, el deporte y la recreación, y la educación para la salud. Sin embargo, el Plan carecía de metas, que se anunciaban para los meses siguientes. El intempestivo cambio del secretario de Educación Pública, sustituido por Fernando Solana, hizo que el Plan nunca fuera terminado y que en su lugar se adoptara un conjunto de políticas menos ambicioso pero de enfoque muy práctico, con los llamados Programas y Metas del Sector Educativo 1979-1982, que comprendían 5 grandes objetivos y 52 programas, de los cuales 11 se definían como prioritarios, todos con metas precisas calendarizadas hasta 1982.
Un rasgo importante de la política educativa del sexenio 76-82 fue el impulso a la descentralización educativa que se dio en marzo de 1978, con la creación de las delegaciones de la SEP en los estados de la República; esta política reforzaba intentos descentralizadores previos poco exitosos, cuya urgencia ponía de manifiesto la creciente evidencia de lo inapropiado del centralismo en un país de las dimensiones de México.

En el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988) las políticas educativas se plasmaron en el Programa Nacional de Educación, Cultura, Recreación y Deporte 1984-1988. En el contexto de la grave crisis económica que estalló a principios de 1982, el Programa planteaba una revolución educativa, con seis objetivos: elevar la calidad a partir de la formación integral de docentes; racionalizar el uso de los recursos y ampliar el acceso a servicios, dando prioridad a zonas y grupos desfavorecidos; vincular educación y desarrollo; regionalizar la educación básica y normal y desconcentrar la superior; mejorar la educación física, el deporte y la recreación; y hacer de la educación un proceso participativo.
Los logros de la política educativa del sexenio distaron mucho del eslogan de revolución con que se le designó; la crisis económica se reflejó en la reducción de los recursos para la educación, en especial los relativos al salario de los maestros, que sufrieron un grave deterioro. Otro aspecto central de la política, el relativo a la descentralización, no mostró avance alguno.

En el sexenio de Carlos Salinas (1988-1994). El término modernización se volvió central en el discurso y en las políticas En el marco de las nuevas ideas sobre la sociedad del conocimiento y de la importancia de basar la competitividad no en el bajo precio de las materias primas y de la mano de obra, sino en una mayor productividad gracias a los avances de la ciencia y la tecnología, la modernización del país incluía, como componente fundamental, la del sistema educativo.
Las políticas del Programa de Modernización de la Educación 1989-1994 aplicaban las ideas generales sobre modernización al terreno educativo en nueve capítulos, relativos a la educación básica, la formación de docentes, la educación de adultos, la capacitación para el trabajo, la educación media superior; la educación superior, el postgrado y la investigación; los sistemas abiertos, la evaluación, y los inmuebles educativos.
En el sexenio de Salinas se dieron avances reales: la obligatoriedad de la enseñanza secundaria, nuevos planes de estudio y nuevos libros de texto, así como la nueva Ley General de Educación y las reformas del Art. 3• de la Constitución. De especial trascendencia potencial fueron los avances en la descentralización educativa: en mayo de 1992.
En el mismo sentido, conviene recordar también que al día siguiente de la firma del Acuerdo para la Modernización, en mayo de 1992, Carlos Salinas anunció el inicio de un importante programa compensatorio, que fue seguido después por otros similares: el Programa de Apoyo al Rezago Escolar. El PARE fue financiado con recursos del Banco Mundial y estuvo dirigido a los cuatro estados más pobres del país, en una clara señal de que la descentralización no implicaba abandonar a su suerte a las entidades más pobres, y de que la modernización, criticada frecuentemente con la etiqueta de neoliberal, no era en realidad incompatible con una preocupación por la equidad, valor que en la Ley General de Educación de 1993 ocupó un lugar destacado, sin precedentes en la legislación educativa nacional.
Con Ernesto Zedillo al frente de la SEP, se logró el consenso necesario para que los 31 gobernadores de los estados de la República y el poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) firmaran con el gobierno federal el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica y Normal (ANMEB), con cuya base el gobierno federal transfirió a los estados el manejo y control de sus respectivos sistemas educativos en los niveles de educación básica y normal. Pese a estos avances, es cierto que las políticas educativas del sexenio salinista no resolvieron los viejos problemas educativos, como los de calidad y equidad; los defectos estructurales del sistema, en especial la imbricación del sindicato y las autoridades en la toma de decisiones, siguieron intactos.
Educación actual de la nación.

En el sexenio de Ernesto Zedillo (1994 - 2000). La llegada a la presidencia de México de Ernesto Zedillo, anteriormente titular de la SEP, hizo que las políticas de su gobierno tuvieran un alto grado de continuidad respecto a las de Carlos Salinas.
Elaborado en 1995 bajo la dirección de Miguel Limón, el Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000 (SEP: 1996) comprende una introducción, que desarrolla de forma escueta algunos principios que sustentan las políticas a seguir; éstas se desarrollan fundamentalmente en tres partes, relativas a la educación básica, la de adultos y la media superior y superior; en una cuarta parte se presentan cifras sobre el financiamiento del sistema educativo y se subraya la necesidad de que el esfuerzo se distribuya entre el gobierno federal, los de los estados y municipios y los particulares.
Una rápida evaluación de los resultados del sexenio 1995-2000 muestra la habitual combinación de aspectos positivos y negativos. En el lado positivo de la balanza destacan:
En lo relativo a educación básica —que desde 1993 incluye los seis grados de primaria y los tres de secundaria—, que las cifras de cobertura y eficiencia terminal aumentaron de manera importante, como resultado de la prioridad asignada a la educación básica respecto de la media superior y la superior, y de la disminución de la presión demográfica en el grupo de edad 6-14.
Una importante reforma curricular de la primaria, seguida por la renovación de los libros de texto gratuitos, mejorando su calidad y publicando libros en una veintena de lenguas indígenas.
Proyectos innovadores que buscaban mejorar cualitativamente la educación en ámbitos como la enseñanza de la lectura y escritura, las matemáticas o las ciencias, la gestión escolar, etc.
La mejora técnica de los trabajos de evaluación de la educación básica emprendidos por la SEP desde 1979, y la participación de México en evaluaciones internacionales.
Pese a la prioridad de la educación básica y las limitaciones presupuestales, y desmintiendo las acusaciones de que se buscaba privatizar la educación superior, en este nivel los apoyos a las universidades públicas iniciados por Salinas continuaron (Fondo para la Modernización de la Educación Superior, FOMES) y surgió uno muy importante, el Programa para el Mejoramiento del Profesorado (PROMEP), eje de la nueva política nacional de educación superior.
La consolidación del proyecto de Universidades Tecnológicas, que ofrece carreras superiores cortas y que había comenzado a fines del sexenio de Salinas.
Diversos mecanismos de evaluación de programas e instituciones de educación superior, como el Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL), los Comités Interinstitucionales de Evaluación de la Educación Superior (CIEES), y varias agencias acreditadoras de programas.

Partes del sexenio de Vicente Fox El 28 de septiembre de 2001 se dio a conocer el programa sexenal del sector educativo que cada gobierno federal debe elaborar, según prescribe la ley. Bajo el nombre genérico de Programa Nacional de Educación 2001-2006, el documento lleva el subtítulo de Por una educación de buena calidad para todos. Un enfoque educativo para el siglo XXI.
Tras la toma de posesión de Reyes Tamez al frente de la SEP, comenzó el proceso de elaboración del programa sexenal con el trabajo de los equipos de cada área del ministerio, y con las rituales y poco efectivas consultas masivas al magisterio, a los padres de familia y a la sociedad en general.
Tras una última etapa de integración y redacción que tuvo lugar en los meses de julio, agosto y septiembre, se presentó públicamente el Programa, que se estructura en tres partes:
La Primera se denomina el punto de partida, el de llegada y el camino, y comprende los siguientes puntos, en los que se hace la relación del documento con el Plan Nacional de Desarrollo; se proponen elementos para lo que se denomina un pensamiento educativo para México; se presenta un diagnóstico sintético de la situación del sistema educativo mexicano en 2001; se propone una visión de la situación deseable del sistema a largo plazo, para el año 2025, a la que se designa con la expresión un enfoque educativo para el siglo xxi; se precisan objetivos en el horizonte de mediano plazo de 2006; y se definen mecanismos de evaluación, seguimiento y rendición de cuentas.
La Segunda Parte del Programa, denominada Reforma de la gestión del sistema educativo, se refiere a puntos comunes a todos los tipos, niveles y modalidades educativos que tienen que ver con aspectos de naturaleza estructural, en particular los relativos a la organización del sistema educativo; su financiamiento; los mecanismos de coordinación, consulta de especialistas y participación social; el marco jurídico, y varios asuntos relativos al conocimiento del sistema educativo, su evaluación y su gestión integral.
La tercera parte del documento, titulada Subprogramas sectoriales, comprende cuatro capítulos que contienen cada uno los subprogramas de educación básica, media superior, superior y para la vida y el trabajo. Tras una breve Conclusión General, un anexo abarca el Programa de Servicios Educativos para el Distrito Federal 2001-2006.

Las novedades del Programa 2001-2006
El Programa Nacional de Educación 2001-2006 presenta rasgos novedosos en comparación con los documentos equivalentes de sexenios anteriores. Comenzando por la Tercera Parte, la más comparable, ya que contiene los subprogramas relativos a los diferentes tipos educativos:
El subprograma para el Distrito Federal: como el gobierno de la entidad no ha querido asumir el control de los servicios de educación básica aplicando el Acuerdo para la Modernización de 1992, la SEP debe seguir encargándose de ellos a través de una subsecretaría especial.
El Programa 2001-2006 consagra expresamente un subprograma a educación media superior, reconociendo que se trata de un nivel educativo que requiere de atención especial por dos razones: porque es el nivel que más crecerá en el sexenio, dadas las tendencias demográficas y el incremento de los niveles de cobertura y eficiencia terminal de la primaria y la secundaria, y porque los alumnos de educación media superior se encuentran en la edad más difícil y son los que necesitan un apoyo mayor de la escuela, adecuado a su edad, para hacer de ellos ciudadanos maduros, hombres y mujeres de provecho.
El último subprograma de esta Parte, la educación para la vida y el trabajo expresión que sustituye a la tradicional de educación de adultos; se incluye en el programa la alfabetización y educación básica para quienes no la cursaron en la infancia y capacitación para el trabajo convencional pero también la formación permanente de profesionales y la educación para enfrentar necesidades diversas de la vida, lo que es congruente con las tendencias actuales y las previsibles de la sociedad mexicana del siglo XXI.
El capítulo relativo a educación superior, constituye el eje articulador de la política de la SEP sobre educación superior desde 1997; a este respecto el Programa 2001-2006 tiene también claras coincidencias con el documento prospectivo elaborado dos años antes por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), con el título La educación superior hacia el siglo XXI. Se contempla un crecimiento extraordinario de la demanda de este tipo educativo durante los seis años del nuevo gobierno, y para que el sistema educativo esté en condiciones de atenderla, de manera que se satisfagan también las necesidades de los sectores productivos y las de la sociedad en general, se contempla un aumento importante del número de instituciones, a la vez que la diversificación de los programas, con especial atención a los de dos años por su reducido peso actual en el total, pero sin descuidar la licenciatura y el postgrado, subrayando su pertinencia y su calidad. Se contempla también la continuación y el fortalecimiento de los programas de evaluación y de apoyo a la consolidación de las instituciones.
El subprograma de educación básica es el más extenso de los cuatro de la l que consistiría en poner a la escuela en el centro de la política educativa con las instancias superiores a su servicio, desde la zona escolar a la SEP, pasando por el nivel estatal.
Un rasgo común a los subprogramas anteriores del Programa 2001-2006, y también a los elementos de la Segunda Parte —que los distingue favorablemente de sus predecesores—, es la inclusión de metas muy precisas en su contenido y en lo relativo al momento previsto para alcanzarlas.
La Segunda Parte, con lo estructural y lo relativo a la gestión del sistema educativo, constituye una novedad con los siguientes apartados del sistema educativo: El primer apartado retoma lo relativo a la organización del sistema, incluyendo el viejo tema de su descentralización, así como la relación de los estados con el centro, el lugar de la escuela y los niveles intermedios: municipal y de zona o distrito escolar. Reconociendo avances y límites de la federalización promovida por el Acuerdo de 1992, el Programa 2001-2006 se propone impulsar el proceso para llevarlo a su culminación en 2006, lo que implica la descentralización de la educación media superior y superior que todavía es manejada por el gobierno federal, además de la transferencia de los servicios de educación básica del Distrito Federal al gobierno de esa entidad. Pero el Programa 2001-2006, en forma consecuente con lo anterior, plantea también la necesidad de que se haga una profunda reestructuración de las oficinas centrales de la SEP misma, que, al descentralizarse la operación de todo el sistema educativo, no tendría por qué conservar una estructura pesada y poco funcional. El sistema educativo que el Programa contempla es uno conformado por los de las 32 entidades federativas, plenamente consolidado e integrado en un gran conjunto en el que la SEP, como instancia central, no tendrá un predominio sobre los estados, y todas las decisiones importantes, así como las funciones normativas y evaluativos, serán asumidas en forma conjunta por estos.
El financiamiento. A sabiendas de que sus ambiciosas metas sustantivas no podrán alcanzarse sin una cantidad de recursos mayor a la que ha estado a disposición del sistema educativo, el Programa establece la meta de llegar en 2006 al 8% del PIB destinado a educación, pese a que se reconoce la dificultad de lograrlo.
Por lo que se refiere a los mecanismos de coordinación, consulta de especialistas y participación social, el Programa propone la creación de un conjunto de órganos especializados: un Consejo Nacional de Autoridades Educativas, en el que las máximas autoridades de los 32 sistemas estatales, bajo la presidencia del secretario de Educación Pública, tomen las decisiones educativas más importantes en estrecha coordinación; un Consejo de Especialistas de alto nivel y solvencia, en cuya opinión calificada se apoyen las autoridades para la toma de decisiones; varios órganos de participación, correspondientes a los grandes tipos del sistema, a través de los cuales se organice la de los padres de familia y la de otras instancias de la sociedad, para aportar elementos a la toma de decisiones y para hacer efectiva la rendición de cuentas. Se proponen también mecanismos para informar a la sociedad y para recoger sus puntos de vista.
El Programa 2001-2006, requiere sin duda de importantes adiciones y actualizaciones, tanto en lo que se refiere a la educación básica como más todavía en relación con la media superior, la superior y la de adultos.
Por lo que se refiere al conocimiento del sistema educativo y a los mecanismos para su evaluación y para su gestión integral, el Programa propone acciones precisas: mecanismos para apoyar investigación e innovación en todos los grandes tipos educativos, así como sistemas nuevos o renovados de indicadores y de información, en el sentido más amplio de la expresión, para apoyar la toma de decisiones, la investigación y los indicadores; avances substanciales de los sistemas de evaluación de todos los tipos y niveles del sistema educativo nacional, incluyendo el fortalecimiento de los mecanismos que ya existen para educación superior, y la creación de nuevos organismos para la básica y la media superior; un programa para apoyar el desarrollo de una cultura de planeación y la capacidad de una gestión moderna y eficiente de la educación en todos sus niveles y en todos los estados.
Lograr que el sistema educativo nacional pase de la situación prevaleciente a la descrita no es sencillo ni puede lograrse en poco tiempo. Una administración federal comprometida no es suficiente, es necesario el esfuerzo sostenido de toda la sociedad. Los cambios deben darse progresiva pero firmemente, con base en programas de trabajo que comprometan a todos los niveles de gobierno y a todos los actores del sistema; es decir, con programas que involucren a toda la población. Iniciar este proceso es el objetivo medular de la acción gubernamental.
Referente al plan presentado, la evaluación referente al trabajo en este sexenio, se puede contemplar de una forma positiva; se han logrado avances palpables como la descentralización en materia de educación en el nivel superior. El impulso a la modernización educativa en las escuelas primarias con las escuelas virtuales. Y el plan de educación para adultos mediante el programa Educación para la vida y el trabajo, que se ha implementado y llevado a práctica en el país.

LEY FEDERAL DE EDUCACION
CAPITULO I
DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 1o.- Esta Ley regula la educación que imparten el Estado -Federación, entidades federativas y municipios-, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios. Es de observancia general en toda la República y las disposiciones que contiene son de orden público e interés social.
La función social educativa de las universidades y demás instituciones de educación superior a que se refiere la fracción VII del Artículo 3o.de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se regulará por las leyes que rigen a dichas instituciones.
Artículo 2o.- Todo individuo tiene derecho a recibir educación y, por lo tanto, todos los habitantes del país tienen las mismas oportunidades de acceso al sistema educativo nacional, con sólo satisfacer los requisitos que establezcan las disposiciones generales aplicables.
La educación es medio fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura; es proceso permanente que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformación de la sociedad, y es factor determinante para la adquisición de conocimientos y para formar al hombre de manera que tenga sentido de solidaridad social.

En el proceso educativo deberá asegurarse la participación activa del educando, estimulando su iniciativa y su sentido de responsabilidad social, para alcanzar los fines a que se refiere el Artículo 7o.
Artículo 3o.- El Estado está obligado a prestar servicios educativos para que toda la población pueda cursar la educación preescolar, la primaria y la secundaria. Estos servicios se prestarán en el marco del federalismo y la concurrencia previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y conforme a la distribución de la función social educativa establecida en la presente Ley.
Artículo 4.- Todos los habitantes del país deben cursar la educación preescolar, la primaria y la secundaria.
Es obligación de los mexicanos hacer que sus hijos o pupilos menores de edad cursen la educación preescolar, la primaria y la secundaria.
Artículo 5o.- La educación que el Estado imparta será laica y, por lo tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa.
Artículo 6o.- La educación que el Estado imparta será gratuita. Las donaciones destinadas a dicha educación en ningún caso se entenderán como contraprestaciones del servicio educativo.
Artículo 7o.- La educación que impartan el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios tendrá, además de los fines establecidos en el segundo párrafo del Artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los siguientes:
I.- Contribuir al desarrollo integral del individuo, para que ejerza plenamente sus capacidades humanas;
II.- Favorecer el desarrollo de facultades para adquirir conocimientos, así como la capacidad de observación, análisis y reflexión críticos;
III. – XII.
Para mas información completa sobre la ley federal visita la página de Internet: www.cddhcu.gob.mx/leyinfo/pdf/137.pdf, en donde encontrarás la información completa y actual.

FUNCIONES DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL
Siendo que la tarea del sistema educativo nacional, es muy grande por que ha tenido altibajos a lo largo de la historia; la creación de planes y programas de estudio, la capacitación adecuada del magisterio, la actualización de los libros de textos gratuitos, el establecimiento del ciclo escolar, el fondo económico creado para la educación, entre otras; es una preocupación de carácter nacional de la educación que hace necesario retomar punto por punto cada elemento en la educación.
En el marco académico del sistema educativo nacional, queda claro que, si bien se requiere de un currículum nacional, éste debe complementarse con contenidos regionales. También queda establecido que la prestación y administración del servicio educativo no puede seguir recayendo exclusivamente en el gobierno federal, sobre todo porque es necesario corregir el centralismo y burocratismo del sistema educativo; aunque los avances se han llevado acabo positivamente.
Como parte de la socialización y el crecimiento económico del país, la educación nacional le permite al sistema adaptarse a las necesidades de los tiempos actuales y del futuro inmediato, que exigen afrontar nuevos desafíos como sería el aprovechar las nuevas tecnologías de la información, y en general todos aquellos recursos tanto materiales como de capacidades humanas que permitan mejorar aspectos problemáticos que han sido una fuente de preocupación persistente: la equidad, la calidad y la pertinencia de la educación.
En el ámbito distributivo, el Programa de Desarrollo Educativo, considera múltiples estrategias que Dadas las dificultades de diferente tipo que se tienen para llevar los servicios a los lugares de mayor rezago socioeconómico, en el centro de las prioridades que el Programa plantea, se encuentra el apoyo integral a los centros escolares en situaciones de desventaja, con la perspectiva de que se mejore en los mismos la cobertura y la calidad de la educación que se imparte. Este apoyo se ejerce a través de programas compensatorios de diferente tipo para escuelas que atienden familias con carencias, tanto en ambientes urbanos, como rurales e indígenas, incluyendo también en estos esquemas de incentivos adicionales a la población migrante del país.
En el tipo básico se considera también la educación indígena (bilingüe y bicultural) como base y el objetivo de desminuir la pobreza y mantener o conservar las diversas culturas ya perdidas.
La demanda educativa, lejos de ser homogénea, presenta características que distinguen unas regiones del país de otras y unos grupos sociales de otros. La población asentada en las regiones rurales e indígenas presenta las condiciones menos favorables, tanto en lo que se refiere a niveles socioeconómicos, como a la adquisición de un capital cultural familiar; condiciones que en conjunto producen expectativas educativas y formas de vinculación con la escuela distintas entre sí. Por otro lado, la oferta educativa no siempre responde a la demanda real. En general, se tiene una oferta única para una demanda diversa. Como consecuencia a ello muchos egresados de escuelas o universidades carecen de empleo de acuerdo a su perfil.

ANÁLISIS COMPARATIVO DE EDUCACIÓN NACIONAL CON RESPECTO A LA FISOSOFÍA CRISTIANA
A la luz del espíritu de profecía y con respecto a la filosofía cristiana “La educación… es el desarrollo armonioso de las facultades físicas, metales y espirituales” o “educar es redimir”; la educación en el país a crecido con sus diferentes corrientes filosóficas, tomando en cuenta de acuerdo a los últimos años, el elemento principal es el alumnos, un ser moldeable con muchas potencialidad y que requiere de un guía para lograr ser buenos ciudadanos; ese guía es cada docentes comprometido con la educación; el maestro toma el papel de instructor, guía, moderador para que el alumno llegue a un fin (aprendizaje).


BIBLIOGRAFÍA
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Larroyo Francisco, Historia comparada de ka educación en México,
Prawda Juan; Logros, inquietudes y retos del futuro del sistema educativo mexicano; Editorial Grijalbo

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